El peeling químico facial consiste en aplicar ácidos sobre la piel para renovarla. Dependiendo de su intensidad, puede ser superficial, medio o profundo. Se usa para tratar manchas, arrugas, acné y mejorar la textura de la piel.
Sí. Antes, la piel puede verse apagada, con imperfecciones o signos de envejecimiento. Después, luce más luminosa, uniforme y rejuvenecida.
Peeling químico superficial: usa ácidos suaves como el lactic acid (¿para qué sirve? Para hidratar y exfoliar suavemente).
Peeling químico medio: penetra más en la piel y ayuda con manchas y arrugas.
Peeling químico profundo: ideal para cicatrices y daño solar severo.
Ácido glicólico: exfolia y mejora la hidratación.
Ácido salicílico: ideal para piel grasa y con acné.
Reduce manchas y arrugas.
Mejora la textura de la piel.
Elimina células muertas.
Estimula la producción de colágeno.
Algunos componentes pueden ser absorbidos por la piel y no son seguros durante estas etapas.
Como herpes labial, acné inflamatorio severo, impétigo, o cualquier otra infección bacteriana, viral o fúngica.
Puede causar irritación excesiva o reacciones adversas.
Deben pasar al menos 6 meses desde la última toma para evitar riesgos de cicatrización anómala.
El peeling puede agravar estas condiciones.
El sol puede causar hiperpigmentación post-tratamiento si no se evita correctamente.
Algunas enfermedades como lupus o VIH pueden afectar la respuesta de la piel.
Siempre se debe realizar una prueba de sensibilidad antes del tratamiento.
Como láser, dermoabrasión o microagujas. Debe dejarse pasar un tiempo adecuado.
Como antibióticos (tetraciclinas), diuréticos o algunos antidepresivos.